GUERRA AL ENEMIGO

Me van a disculpar ustedes hoy por el empleo descarnado de un lenguaje belicista y guerrillero, pero creo que la ocasión lo merece porque de una guerra estamos hablando (encubierta, eso sí, pero guerra en toda regla); se trata, además, de una guerra sucia en la que el enemigo viene disfrazado de buenas palabras, de cálidos apretones de manos, de impolutos trajes de chaqueta y coloridas corbatas; de una guerra que se desarrolla entre elegantes despachos, alargadas mesas de esmerilada caoba e interminables e infructuosas reuniones. Miren ustedes, a las cosas hay que llamarlas por su nombre, y lo que este gobierno (parece ser) ha declarado a agricultores y ganaderos, es, como ya he dicho antes: UNA GUERRA EN TODA REGLA Y EN TODA LA EXTENSIÓN DEL TÉRMINO.

Parece ser que el gobierno se ha propuesto acabar con la agricultura y con la ganadería como medios de vida… Tengo yo una buena amiga (con la que discuto mucho y no siempre estoy de acuerdo; desacuerdos que siempre enriquecerán el debate y la discusión) que sostiene, convencida, que dentro de los objetivos que forman parte de la “Agenda 2030” se hallaría la erradicación (encubierta) del sector primario (sobre todo, la agricultura y la ganadería), como medio de vida. Bien, no puedo hablar con conocimiento de causa de dicha “agenda y de sus objetivos” porque no la he estudiado en profundidad, pero de lo que sí puedo hablar es de la situación del campo y de quienes se dedican a él como medio de vida, y es una situación agónica y de extrema gravedad, en la que se está llevando a la ruina a agricultores y ganaderos, ruina que acabará, como en un castillo de naipes, arruinando a toda la sociedad. Porque no se engañen, señores, la deplorable situación del campo no solo afecta a agricultores y ganaderos, afecta a toda la población, y ya es muy fácil comprobarlo, por ejemplo, en la subida de los precios (precios inasumibles) que pagamos por los distintos productos.

No es baladí ni casual que la agricultura y la ganadería (además de la minería, la pesca…) se engloben dentro de lo que siempre se ha conocido como SECTOR PRIMARIO: PRIMARIO. Veamos, pues, que dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sobre el adjetivo “Primario”:

-“Que es el primero, en orden o grado, de una serie”.

-“Que resulta principal o esencial, base o fundamento necesario para otra cosa”.

¿Y para qué resultan esenciales y necesarias la agricultura y la ganadería, señores?: para la vida, la vida humana, la animal y la vegetal. Sin la adecuada y primaria extracción de materias primas la vida se extinguirá…, llegará un momento, bastante cercano ya, en el que el “Sector Primario” se habrá convertido en el “Sector fantasma o sector inexistente”.

Así que… señores agricultores y ganaderos, desengáñense: este gobierno no tiene la más mínima intención de solventar sus crudísimos problemas; creo (y debo darle la razón a esa amiga mía de la que antes les hablaba) que este gobierno planea, hace mucho tiempo ya, acabar con ustedes y con su medio de vida, y con ello, terminará por acabar con la vida de todos.

Así que, señores agricultores y ganaderos, declaren una guerra sin cuartel a este enemigo cobarde y subrepticio; pónganlo contra las cuerdas y háganlo sin paliativos, porque ellos (el gobierno) no están teniendo la más mínima piedad con ustedes.

Y se me ocurren varias maneras de hacerlo, por citar solo algunas:

¿Qué pasaría si ustedes se negaran a suministrar materia prima alguna? ¿Qué pasaría si se negaran a suministrar los alimentos básicos como la fruta, la leche, la carne, el pescado, las verduras…?: lo que pasaría ¿verdad? es que nos moriríamos todos de hambre, bien por la falta de estos productos básicos para la vida humana, o bien por la imposibilidad de adquirirlos a unos precios disparados y disparatados.

¿Se están muriendo sus animales de hambre porque el gobierno decide utilizar la paja (la poca paja existente) para la biomasa, en vez de utilizarla para preservar la vida: la animal y la humana? Entonces, señores, murámonos todos, hasta que este indeseable gobierno entre en razón.

Levántense señores, y comiencen a golpear al enemigo hasta que lo dejen en K.O técnico, porque la vida de todos (no solo la de ustedes, agricultores y ganaderos) está en juego.

Levantémonos todos, pues.